Este sueño ilusorio de Progreso, promocionado por Hegel y Comte, a partir de considerar al humano como la cúspide de la Creación, condujo a muchas consecuencias nefastas:
1. En primer lugar creó el sistema financiero internacional, por la compulsión de introducir en cada Estado los elementos técnicos más 'avanzados'. Y con ello creó las deudas externas de las naciones, responsables de todos los desajustes desarmónicos de las economías, y de los desequilibrios sociales extremos.
2. Para progresar es preciso desarrollarse económicamente y para ello es necesatio explotar y vender todo lo que sea recursos naturales, haciendo, por supuesto, arruinando los territorios.
3. Y si los propios recursos no bastan entonces hay que salir a demoler naciones para saquearlas.
Bien, la secuela de toda esta incoherencia es la pobreza, la delincuencia, la ambición malsana acompañada de guerras y conspiraciones sin fin y por supuesto, todo este desastre ecológico.
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